miércoles, 9 de febrero de 2011

¿ERES AMIGO DE LOS BANQUEROS?

¿Sabes cuanto ha tardado la "justicia española" en enterrar una sentencia que permitía cancelar una hipoteca entregando al banco solo la vivienda hipotecada? Nada más y nada menos que quince dias, de los cuales solo diez han sido hábiles a efectos judiciales.
¿Sabes quien ha sido el beneficiario de esta rauda sentencia judicial? El BBVA.
Y, ¿sabes quien ha sido el perjudicado, condenado a pagar las costas judiciales además de entregar la vivienda al banco y al pago de más de 45.000 euros por la depreciación del valor de la vivienda? Un don nadie, un ciudadano, un numero de cuenta corriente.

Si te sientes próximo a este expoliado por el sistema, si tienes una hipoteca, si tienes o temes tener problemas para pagarla, si tienes una cuenta corriente en este banco, aplicales la justicia popular y deja cien euros en tu cuenta corriente, toma el resto de tu dinero e ingresalo en un banco social como Triodos Bank, mantén la cuenta abierta a fin de producirles gastos, y a todos los que conozcas incitalos a imitar tu decisión.
Y siempre que puedas, pregunta por la evolución del patrimonio del juez que ha resuelto hundir al debil y enriquecer más al poderoso

viernes, 28 de enero de 2011

RESIGNACION O REVOLUCION

Nace este blog como heredero de un fracasado intento de aportar un grano de arena a la racionalidad de la izquierda socialdemócrata española traicionada por el Psoe. Este blog pretende, al contrario que su predecesor Regeneración Socialista, aportar ideas, nuevas formulas y análisis que puedan dañar, perjudicar y en lo posible, con la colaboración de otros muchos, hundir al capitalismo.
He llegado a la tardía conclusión que no es posible la reforma, y menos aun, la regeneración de la socialdemocracia, por lo que solo caben dos opciones, o la resignación y el abandono de la lucha política o, tras el reconocimiento aséptico de la realidad económica, política y social que nos afecta, idear nuevas formas de lucha que permitan la confrontación con el enemigo con las nuevas armas que los nuevos tiempos nos aportan y desterrando con ello las anticuadas revueltas sociales que tanta sangre y dolor produjeron.
Se trata de recetar al capitalismo la misma medicación que ellos nos aplican sin piedad alguna, pero con las nuevas armas que el tiempo actual, también a nosotros, nos aporta.
Si su objetivo es la dominación por el poder del dinero, debemos dejarles sin el nuestro. Si sus armas para conseguir su fin es la clase política y los medios de comunicación, a los primeros debemos desnudarlos ante el pueblo en su traición y en sus atracos, y a los segundos no prestarles ni la mas mínima atención, cuando menos nuestro óbolo diario.
Nuestro campo de batalla ha de ser todo aquel en el que nuestros derechos como trabajadores sean atacados. En la empresa el enemigo es el empresario, y hay que recordar que no hay empresario bueno, al igual que los sindicatos y sindicalistas que con nombres y apellidos venden diariamente nuestros derechos a cambio de su personal bienestar.
Los actuales partidos políticos supuestamente de izquierda, no sirven para construir una autentica democracia socialista, y los sindicatos solo se sirven a ellos mismos. Es por ello necesario desprestigiarlos y a sus afiliados ponerlos ante sus contradicciones a fin de que disminuya la afiliación y aumente la contestación interna.

Muchas son las posibilidades que hay para que un nuevo tipo de revolución social alumbre este inicio de siglo que ha dado comienzo con una década de oscuridad, mentiras, atracos a lo público, opresión de los poderosos y corrupción generalizada.

En sus prácticas corruptas y degeneradas han derruido los valores y la practica efectiva de derechos que, solo de forma nominal, la democracia burguesa consentía, intentando así salvar sus apariencias al denominar como democracia a un sistema que impide al pueblo la práctica democrática igualitaria pero que por el momento disfraza y esconde sus nuevas formas de dictadura del capital a la que se han plegado reverencialmente quienes debieran haber sido el dique de contención de la codicia capitalista
Es posible la revolución social por otros medios, los hay y todos tenemos la obligación de aportar nuestras ideas y nuestra pacifica pero decidida acción en defensa de nuestro futuro, que, o le hacemos nuestro, o ni tan siquiera lo será.